Mónica Valle, autora del GuíaBurros Ciberseguridad

Entrevistas, La Biblioteca

Los tiempos evolucionan y con ello la sociedad y sus distintas vertientes. Con la llegada de la tecnología, los hábitos del ser humano se han modificado como nunca antes en la historia, convirtiéndonos en seres dependientes de los dispositivos digitales.

Tal es nuestra dependencia que raro es la persona que no almacena en un ordenador, Smartphone o tableta datos y documentos personales. Antiguamente, estos datos se almacenaban en físico en casa y muchos otros de ellos se llevaban encima, guardados en la cartera o el monedero.

Esta circunstancia permitía que si te robaban tus objetos personales, los ladrones se estuvieran haciendo con una gran parte de la información que poseías. Pero las cosas han cambiado, y ahora no es necesario un asalto presencial para que lo pierdas todo.

Si bien la seguridad física sigue importando, en tanto que integridad del individuo, ha aparecido un nuevo tipo de seguridad que es de grandísima relevancia y que podemos denominar como la seguridad del siglo XXI: la Ciberseguridad.

Al aparecer nuevos hábitos de vida, aparecen estas nuevas formas de delinquir, y los delitos electrónicos están a la orden del día. Por ello, es importante salvaguardar nuestra huella digital y conservarla a buen recaudo.

Por este motivo, Mónica Valle se decidió a escribir el Guiaburros Ciberseguridad: Consejos para tener vidas digitales más seguras. Y es que, como bien afirma, ya existen más dispositivos móviles que personas hay en el mundo. Con lo cual, hay que ser muy precavido con todo lo que almacenamos en los dispositivos digitales.

Tipos de ciberdelitos

Nos podemos encontrar con una gran cantidad de ciberdelitos, desde delitos de suplantación de identidad hasta robo de datos o destrucción de sistemas operativos. Por ello, es muy importante conocerlos todos y saber cuáles son los más importantes o comunes:

  • Phishing: Es uno de los delitos más populares actualmente y consiste en engañar a la víctima a través del envío de correos o mensajes falsos en los que se les extraen datos personales que pueden servir para gestionar cuentas bancarias.
  • Virus informático: Su objetivo inicial era el de destruir sistemas informáticos y discos duros. Gracias a su fácil propagación ha derivado y su gran versatilidad permite todo tipo de delitos.
  • Pharming: Este tipo de cibercrimen desvía el tráfico web hacia un sitio falso. A través de esta copia, por ejemplo, de la página del banco, el ladrón se lleva todos los datos de la víctima, a la que extrae todo su dinero en cuestión de tiempo.
  • Ransomware: Este delito de nueva creación consiste en una especie de secuestro digital. A partir del cifrado de archivos importantes, las víctimas no pueden acceder a documentos de vital importancia. Este cifrado de archivos únicamente se puede desbloquear gracias a un software que crea el hacker en cuestión y por el que pide una cuantiosa suma de dinero.
  • Malware: El objetivo de este ciberdelito es el de infiltrarse en un sistema para dañar o cifrar sus datos. El fin último del mismo acaba siendo, como en muchos de estos crímenes, el de robar datos y dañar los dispositivos.
  • Suplantación de identidad: Es un delito que está a la orden del día gracias a la facilidad que tiene cualquier usuario para poder extraer las fotos que compartimos en nuestras redes sociales. Esto se hace con el fin de obtener datos de especial relevancia o únicamente para dañar la imagen de la persona en cuestión.
Bienvenidos a la seguridad del siglo XXI – Ciberseguridad

Los ciberdelitos no son solo una cuestión económica

Como bien dice Mónica, cuando una persona es víctima de un ciberdelito, el problema que le genera no es únicamente económico. En caso de que te roben, además de perder el dinero, tienes que emplear gran parte de tu tiempo en recuperarlo, con el consiguiente estrés y ansiedad derivados de una situación límite.

Por ello es necesario ser proactivos y tratar de proteger lo antes posible los datos de los que disponemos. Saber qué herramientas debemos usar y qué debemos hacer para que estas situaciones no nos ocurran y nos podamos ahorrar el mal trago.

La ciberseguridad no es solo cuestión de usuarios, también de empresas

La ciberseguridad y el tener bien protegido el entorno digital no es únicamente una cuestión de los individuos en tanto que personas físicas. Esta responsabilidad y necesidad recae también sobre las empresas, las cuales se pueden ver envueltas en graves problemas de no protegerse adecuadamente.

De hecho, entre los delitos que hemos visto anteriormente, es posible que una empresa se vea atacada vía ransomware y se vea en la tesitura de tener que pagar una gran cantidad de dinero para poder recuperar todos esos archivos que han sido secuestrados y que, sin ellos, no es posible continuar con la actividad empresarial.

No es lo mismo un hacker que un ciberdelincuente

Aunque popularmente se pueda pensar que son sinónimos, la realidad es que un hacker y un ciberdelincuente no son lo mismo. Se ha popularizado, de hecho, la connotación negativa de la palabra “hacker”, cuando ésta se refiere a una persona especializada en ciberseguridad, informática y tecnología.

Un hacker, en definitiva, pone sus conocimientos al servicio de buenas prácticas. Sin embargo, el ciberdelincuente utiliza siempre sus conocimientos para el mal. Y aquí está la gran diferencia. A pesar de que la cultura audiovisual se haya empeñado en mostrar al hacker como un delincuente, la realidad es bien diferente.

La entrevista a Mónica Valle, autora del GuíaBurros Ciberseguridad, en YOUTUBE…